Título: El papel pintado amarillo
Autor: Charlotte Perkins Gilman
Género: Clásico
Número de páginas: 83
Editorial: Contraseña(2012)
Valoración personal: 3,5/5
La trama de la novela es la siguiente, la protagonista y su marido se marchan a una casa de campo durante 3 meses, debido a una enfermedad nerviosa que sufre ella para que haga reposo.
Ella sabe que no es histerismo y recluida en su habitación lleva un diario a escondidas, una habitación que tiene un papel pintado de amarillo que odia, con el cual llega a obsesionarse... El papel pintado amarillo, contado como un diario en primera persona, relata de forma intimista, casi infantil, la estremecedora historia de una mujer enferma a la que constantemente niegan su enfermedad y a la que roban su autonomía en una sublime crítica hacia el sistema médico y el patriarcado de la época. La única protagonista es la narradora, una mujer anónima de la que el lector sólo sabe lo que ella le permite saber, lo que escribe en su diario. El resto de personajes son superfluos, lo que este relato quiere expresar se encierra dentro de la psique de la narradora. Entrada a entrada la mujer va contando más intimidades acerca de ella y de lo que le rodea. Minimizada a cada momento su enfermedad por el marido que es médico y haciéndola parecer paranoica y tampoco le permiten trabajar, así que escribe en su diario a escondidas. A medida que el relato avanza la tensión se acrecienta: se observa cómo la protagonista se siente atrapada por su vida, su marido y todos los que la rodean. El papel pintado amarillo se inspira en la depresión postparto que sufrió la propia autora tras el nacimiento de su hija y en el método habitual con el que se trataba en aquel tiempo cualquier síntoma de lo que se consideraba simple histeria femenina. Es un relato tremendamente complejo dentro de su sencillez, con una historia absorbente y pavorosa que muestra que muchas veces los peores monstruos a los que alguién se puede enfrentar no están fuera, sino en nuestra mente.
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