Título: Queremos informarle de que mañana seremos asesinados con nuestras familias: Historias de Ruanda Autor: Phillip Gourevitch Género: Crónica / Periodismo Número de páginas: 376 Editorial: Debate (2019) Valoración personal: 10/10 No hay más crueldad que en la historia de la humanidad y puedo leer sobre cualquier época, sobre cualquier parte del mundo y desgraciadamente solo veo como la historia se repite y se repite, los seres humanos somos unos animales crueles, salvajes y asesinos. Esta la crueldad de quien asesina directamente a otro ser humano, está el salvajismo de la ignorancia que cree que una raza o etnia es mejor que otra y están los asesinos de escritorio, esos que por circunstancias políticas o económicas permiten genocidios o incluso los apoyan. Este conflicto ente dos tribus Ruandeses los Hutus y los Tutsis se remonta desde el siglo IV, sin embargo, esto se agrava considerablemente cuando se convierte en colonia belga en el siglo XIX, una vez país independiente el problema era tal que culmina en un terrible genocidio llevado a cabo por los Hutus quienes en 1994 matan sistemáticamente a todo Tutsi que se encuentren por el camino, dicha matanza se cuenta en casi un millón de muertes. Este libro nos cuenta en principio todo el tema histórico que lleva a estas dos etnias a verse enfrentadas, las razones o motivaciones que tienen para odiarse, para después narrar a voz de algunos sobrevivientes Tutsis lo que fue vivir el genocidio y cómo fue que algunos de ellos salvan la vida. Más adelante hace un profundo análisis social y político global, es decir, en su momento, las Naciones Unidas, que fueron informadas de lo que sucedía no movió un dedo y cuando finalmente deciden intervenir, lo hacen a través de Francia, quien curiosamente entra a Ruanda a apoyar a los Hutus militarmente y también económicamente. La ONU crea campos de refugiados básicamente en lo que era Zaire (ahora República del Congo), Tanzania, Uganda y Burundi pero la mayoría de los refugiados eran Hutus, mientras tanto los sobrevivientes Tutsis ya están formando su movimiento de Resistencia, lo que conlleva al final a poner a medio África en medio de un conflicto bélico, generando la primera y segunda guerra del Congo. Fue muy duro leer este libro pero además me ha generado una tremenda frustración, me he sentido enojada por la posición de la comunidad internacional, en una larga entrevista a Paul Kagame, actual presidente de Ruanda y principal actor en la pacificación del país, dice entre otras cosas que no comprende porque en su momento se apoyaba a los Hutus y se hablaba de los Tutsis como los asesinos, ¿qué motivaciones ulteriores tenían para hacer algo así cuando los muertos fueron los Tutsis? Este hombre fue juzgado por la comunidad internacional por crímenes de genocidio y Lesa humanidad, situación que resulta en algo tremendamente incoherente cuando fue quien detuvo la guerra y unió a un país por demás destrozado, actualmente no puede ser detenido por portar el papel de presidente, pero una vez que deje el cargo, será encarcelado, sin embargo, por parte de los Hutus no hubo realmente detenidos, porque al final no se podía juzgar a todo un pueblo. Una historia brutal, aquí no hay buenos, hay tanta maldad, tanta ignorancia y tanta muerte que no se puede separar a víctimas de victimarios, el peor sentimiento es el de Venganza, el de odio por crímenes cometidos, por niños asesinados, por mujeres violadas y luego asesinadas y solo por ser o pertenecer a una etnia diferente, aquellos que utilizan el odio de un pueblo para generar más odio y claro, por supuesto, para tener poder. Creo que este libro no narra nada que no se haya visto en otras épocas o en otras guerras, al final, como he dicho, el ser humano es la peor bestia que habita este planeta desde que es llamado equivocadamente “el animal inteligente”