En este libro, Ribas me llevó a un viaje maravilloso, uno lleno de una narrativa tan hermosa y extraordinaria que ya con eso tienes para volver a pagar por regresar, pero me regaló a Joaquín, su historia, su maldición, el viaje de su vida, de su dolor, de su amor, un viaje donde me enseño a través de un personaje místico, la naturaleza del ser humano.
Tiene una historia con una profundidad real, porque los seres humanos podemos ser crueles, pero podemos ser buenos también.
Una historia de odios, lealtades, amistad, amor, enseñanza, donde una abuela enseña a un niño que tiene que domesticarlo, y que para eso necesita hacerle daño, esa parte me rompio el corazón, pero así somos, ignorantes.
Sin embargo, a través de su abuela Joaquín conoce su humanidad, aprende a controlarse, saber lo que si quiere ser y lo que no quiere ser, para eso tiene que dejar su tierra, emigrar y hacer algo para encontrar una paz, que tal vez encuentre o tal vez no.
Maravilloso libro, que reitero, tiene una narrativa rica y exquisita, que te envuelve y te enamora.